La preparación del testigo. Segunda parte

La semana pasada resaltamos algunos puntos a tener presente en la fase previa a la preparación del testigo que llevaremos a juicio. En esta entrada, esbozaremos algunas ideas sobre la reunión misma para maximizar la utilidad del testimonio y minimizar el impacto del contrainterrogatorio de nuestra contraparte.

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Debemos de tener presente que las siguientes son recomendaciones para la preparación del testigo. No somos partidarios de adoctrinarlo o aleccionarlo pues la ética nos lo impide. No queremos que el testigo mienta por nosotros ni que cambie su versión por la más cómoda para nuestra Teoría del Caso. Rechazamos esta posición. Dicho esto, revisemos algunas recomendaciones:

1. Agradecer su presencia. Asistir a declarar como testigo a un juicio es una situación estresante. Quizás como fiscales o defensores estemos acostumbrados a participar en ellos pero nuestros testigos, no. Por esta razón, será labor de un buen litigante transmitir confianza y seguridad para ayudarlos a sobrepasar este momento. No olvidemos agradecer su presencia en la reunión y su predisposición a colaborar con nosotros en juicio. Muchas veces, por la rutina, olvidamos este punto y simplemente nos limitamos a recibirlo e iniciar la práctica del interrogatorio. La empatía es muy importante.

2. La sala de audiencias. Recuerdo que a mi primera audiencia llegué muy temprano y no sabía dónde debía sentarme pues la Sala estaba vacía. Frente al Tribunal pero ¿a la derecha o a la izquierda? Lo mismo les pasa a los testigos y nuestra labor será evitar que estén desorientados el día del juicio. Aunque parezca irrelevante, muchos preguntan dónde está el juzgado, cómo llegar, por dónde entrar, qué deben llevar, dónde deben esperar y dónde deben ubicarse en el juicio. Es muy saludable absolver estas preguntas en la reunión previa para evitar contratiempos el día del juicio.

Comparo una sugerencia adicional, formulada por maestros mexicanos con quienes tuve el placer de dictar un taller: Lleven al testigo a una audiencia real donde ustedes participen para que se familiarice con la ubicación de las partes y con la dinámica del juicio. Sé que nuestras agendas muchas veces estarán muy apretadas pero esta pauta le servirá mucho a nuestros testigos.

3. Familia y formación. Que el testigo nos cuente sobre su familia y sobre su formación académica o laboral no sólo nos permitirá conocer qué información introduciremos en la fase de acreditación del interrogatorio sino también le generará un espacio de tranquilidad. El testigo está compartiendo datos que domina pues pertenecen a su memoria autobiográfica. Escuchémoslo y no olvidemos que hemos hecho nuestra tarea: averiguar sobre él para, llegado el momento, preguntarle sobre aquella información que quizás olvidó y que, para nosotros, es importante.

4. Denuncias, faltas o quejas. Tan importante como conocer las fortalezas del testigo, es advertir cuáles serán sus debilidades. El testigo debe saber que si nosotros no conocemos qué denuncias, faltas o quejas pueden haber en su contra, no podremos auxiliarlo en el juicio. Es importante transmitirle confianza al testigo y recordarle que quizás nuestra contraparte tenga información sobre él que nosotros, no. Por eso, al conocer sus debilidades, podremos emplearlas estratégicamente: ¿le preguntamos sobre dichas falencias en el interrogatorio o las evitamos?, ¿las presentamos al inicio, al medio o al final del examen?, si nuestra contraparte pregunta por esa información, ¿pedimos explicación en el re-directo o no?

Pongamos un ejemplo: El testigo no le dice al defensor que tuvo una denuncia por estafa y la fiscalía lo sabe, le pregunta e incorpora esta información a juicio. Como el testigo no brindó esta información en la fase de preparación, para el litigante sería muy riesgoso preguntarle ¿qué pasó con la denuncia? pues quizás haya sido archivada, esté en investigación o lo hayan condenado. En cambio, si el litigante conoce previamente esta información y sabe, por ejemplo, que fue archivada, le podrá preguntar sobre ella y el estado en el que se encuentra. En otras palabras, anticipa una debilidad y la transforma en una fortaleza.

5. Hechos que recuerda. El eje central de la reunión previa con el testigo gira en torno a este punto. Solicitaremos que nos cuente todo lo que recuerda en torno a los hechos que presenció o que conoce. Le pediremos que relate los hechos y no lo interrumpiremos con preguntas o anotaciones pues fomentaremos la narrativa libre. Es importante evitar distraerlo pues lo que queremos es escucharlo. Tampoco debemos inducirlo poniendo palabras en su boca que él no ha dicho pues no debemos engañarlo ni hacerlo mentir.

Cuando haya terminado este relato, recién formularemos preguntas y tomaremos notas sobre aquellos puntos importantes. ¿Qué tipo de preguntas emplearemos en este diálogo? Las abiertas; es decir: ¿qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿por qué?, ¿para qué?, ¿cómo?, explícanos, cuéntanos, relátanos, etcétera.

6. Lenguaje recomendado. En el video, vimos que Erin Brockovich «pierde los papeles» y grita «ese idiota rompió mi maldito cuello«. La expresión de su abogado demuestra cuánto les perjudicó este exabrupto. En la fase de preparación no sólo le recomendaremos al testigo evitar este tipo de comportamientos sino también le explicaremos que el lenguaje que debe emplear, debe ser sencillo, claro y directo. Acabamos de escuchar su narración (libre y espontánea), ya sabemos qué expresiones emplea -sean jergas o tecnicismos- y estaremos atentos a ellas en el interrogatorio. Le sugeriremos que no las emplee pero si las usa, pediremos su aclaración: Disculpe, ¿a qué se refiere cuando dice caminaba «achoradamente»?

Todos tenemos nuestros modos de expresarnos y formas de hacerlo. No intentemos «disfrazar» al testigo, no lo podremos lograr. Tampoco lo queremos hacer pues le quitaría naturalidad al testimonio.

En la próxima entrada profundizaremos la entrevista previa al testigo y daremos algunas recomendaciones frente a posibles olvidos, contradicciones y cómo afrontar el contra-interrogatorio. Esperamos que estas ideas les resulten útiles y que compartan sus comentarios, preguntas o sugerencias.

Por: Ricardo Elías | @eliaspuelles

2 Comments

  1. Ricardo Elías mayo 13, 2016 at 2:40 am

    Muchas gracias Dilia por tu comentario, es un placer intercambiar ideas relacionadas a la litigación oral. Saludos!

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