Durante las últimas semanas, hemos compartido algunas ideas sobre la importancia de la preparación del testigo. Antes de continuar -y, a modo de repaso- veremos qué sucede cuando el testigo nos oculta información:
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Ahora, imaginemos que eso sucede en medio del juicio, ¿cuánta credibilidad ostenta nuestro testigo? y ¿cómo lo rehabilitamos si no sabemos qué más nos oculta? En las líneas siguientes desarrollaremos algunos puntos adicionales que esperamos sean de su interés:
1. Explicarle qué haremos cuando el testigo no recuerde algún punto importante o se contradiga. ¿Cuántas veces nos ha sucedido que el testigo olvida alguna parte del relato? Si no lo preparamos frente a este escenario, es muy probable que el testigo nos ponga en aprietos. Así, será importante que remarquemos que si no recuerda algún punto, debe decirlo pues si no lo hace y dice por ejemplo «no lo sé», no podremos emplear las técnicas adecuadas para refrescar la memoria.
De la misma forma, le explicaremos que si entra en contradicciones con lo que dijo antes (declaración previa), emplearemos técnicas para superar su contradicción. Es muy importante que entienda este punto pues, de lo contrario, no faltará el testigo que crea que lo queremos ridiculizar y no ayudará a su rehabilitación.
2. Explicarle cómo se incorpora la prueba material al juicio. Si nuestro testigo es, por ejemplo, el perito que recogió una evidencia o el policía que incautó el arma del criminal, en la fase de preparación le explicaremos la importancia de incorporar dicha prueba a través suyo. En otras palabras, le explicaremos cuáles son los pasos para el reconocimiento de la prueba en juicio, su incorporación y cómo el testigo la «hará hablar». Nos encontramos en un sistema en el que las pruebas «no hablan» por sí solas sino a través de los testigos. Obviamente, el abogado debe conocer cuáles son los pasos para su incorporación pues, de lo contrario, se expondrá al cuestionamiento de la contra parte o el rechazo del juez. Si el testigo no sabe cómo incorporaremos las pruebas aludidas -y no tendría por qué saberlo si no le hemos explicado el procedimiento-, no podrá ayudarnos y, nuevamente, nos veremos en aprietos.
3. Explicarle cómo se realizará el contrainterrogatorio. Muchas veces nos concentramos en la preparación del interrogatorio (acreditación, relato de hechos, incorporación de prueba material a juicio, etcétera) y nos olvidamos de preparar a nuestro testigo para el contra examen. Debemos advertirle que, por lo general, nuestra contraparte será agresiva u hostil con él o, por lo menos, que no será tan cómodo como en el interrogatorio.
Es recomendable explicarle que en esta fase, tratarán de cuestionar su credibilidad como testigo o su relato y que, en consecuencia, debe estar muy atento a las preguntas y pensar «bien» antes de responder. No le diremos que cambie o modifique su respuesta pero sí que mantenga la calma pues producto de los ánimos agitado podría errar al contestar. Le explicaremos que nosotros estaremos atentos y si es necesario, haremos uso del re-directo para aclarar algún punto del contraexamen.
Recomendación adicional: Muchas veces los testigos se desesperan y responden muy rápidamente quitándonos la oportunidad de objetar las preguntas mal formuladas. Ante este escenario, es aconsejable sugerirle que en el contra examen nos de un lapso de tiempo muy breve (de escasos segundos) para objetar la pregunta si lo consideramos necesario. Si responde inmediatamente, limitará esta posibilidad.
4. Entregarle una copia de sus declaraciones previas. Si la legislación se los permite, es recomendable entregarle al testigo una copia de lo que declaró a nivel policial o fiscal. No queremos que el testigo memorice lo que va a decir pues ese no es el objetivo del interrogatorio sino que repase o recuerde algunos hechos, cifras o fechas que, por el paso del tiempo, pudo haber olvidado. Debemos aclararle al testigo -salvo que sea el perito- que no podrá declarar llevando documento alguno consigo pues en el juicio no se espera (ni se desea) que vaya a leer lo que declaró sino a contestar, en sus propias palabras y de forma espontánea, las preguntas que le formulen.
5. Practicar. Aspecto medular de la preparación del testigo. Si no practicamos, no sabremos cuál será el performance del testigo en juicio. Al practicar, recomendamos iniciar con preguntas destinadas a la acreditación y continuar con la línea cronológica o temática que estructura nuestro interrogatorio. De ser posible, simulemos una audiencia (que un abogado asuma el rol de nuestra contra parte y otro de juez) pues esto le permitirá tener una idea próxima sobre lo que le espera en el juicio. Si no es posible, practiquemos únicamente desde nuestra posición pero tratando de emular una audiencia real.
Esperamos encuentren útiles estas breves recomendaciones. Además, nos gustaría conocer su opinión y saber si tienen algún consejo que quisieran compartir o algún tema que propongan abordar.
Hasta la próxima!
Por: Ricardo Elías | @eliaspuelles